sábado, 26 de noviembre de 2011

De la homosexualidad a la gaycidad


 Ser homosexual y tener más de 40 años en los 2000.

"A partir de múltiples testimonios recogidos en entrevistas con homosexuales de entre 40 y 75 años, el autor se explaya a lo largo de más de 250 páginas sobre unos sentimientos encontrados: por un lado, el regocijo sentido por la conquista de derechos y por el fin de la clandestinidad y, por otro, la decepción que experimentan ante las nuevas formas de sociabilidad características de la gaycidad, que no serían –paradójicamente- tan horizontales como fueron las relaciones en la era de la clandestinidad."


Interesantes reportajes al sociólogo Ernesto Meccia con motivo del lanzamiento de su libro “Los últimos homosexuales. Sociología de la homosexualidad y la gaycidad


Verónica Dema - ¿Por qué lo presentás como un libro sobre las humillaciones y sus consecuencias?

Ernesto Meccia - En el proceso de pensar el libro, le contaba a Dora Barrancos, una valiosa profesora de la facultad: ‘Pienso en los últimos homosexuales y me viene la imagen de una persona que estuvo en la cárcel, sale, y quiere reinsertarse en la sociedad común. Sin embargo, nota que no le es tan fácil. No solamente porque tiene que volver a aprender los códigos, sino porque el peor de los infiernos, en el que tantas veces lo humillaron, dejó en su interior huellas muy difíciles de remover, tanto, que a pesar de la liberación, no logra sentirse cómodo en el presente.


Axel y Eigil Axgil

Liliana Viola  -  ¿Quiénes son “los últimos” de los que hablás en tu libro? 

Ernesto Meccia –Bueno, en el libro hago un recorte muy concreto. Son habitantes de sectores urbanos, de ciudad y provincia de Buenos Aires, que tienen más de 45 años. Trato de elaborar enunciados muy dependientes de tiempos y de lugares. Me concentro en un período que a su vez es un no tiempo y un no lugar. Los años de la experiencia muda. Que no se entrega a decírsela y que no está por fuera de la lógica de lo que no sea el discurso opresivo. Es la época de la colectividad. En este momento, con la aparición de Facebook y todas las tecnologías digitales, se disolvieron aquellas temporalidad y especialidad estáticas. Las tecnologías disolvieron la temporalidad y espacialidad. Esto, a su vez, por fuera de las grandes ciudades, plantea un interrogante. Hasta qué punto estos recursos van o no de la mano con las nuevas sociabilidades.

Ver reportajes completos en:

En Boquitas Pintadas

En Página/12-Soy

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